Las diferencias
en el cerebro entre hombres y mujeres son controversiales en el mundo
científico. El doctor Michael Mosley, conocido divulgador científico de origen
británico, investigó para la BBC cuánto sabemos realmente sobre este tema. A
continuación compartiremos con ustedes algunos de los datos que recabo, y una
revelación inquietante: los cerebros de las mujeres son bastantes diferentes a
los de los hombres.
Según
los dichos del mismo Mosley:
“¿Qué
tanto del comportamiento femenino y masculino está impulsado por diferencias en
el cerebro?
Esta es
una pregunta explosiva y la experta Alice Roberts y yo tenemos opiniones
diferentes sobre la respuesta.
Yo creo
que nuestros cerebros, como nuestros cuerpos, están formados por la exposición
a las hormonas en el vientre materno.
Y esto
puede ayudar a explicar por qué los hombres tienden a hacer mejor algunas
tareas (leer mapas, por ejemplo), mientras que las mujeres tienden a hacer
mejor otras (como las que implican empatía).
Por su
parte, Roberts piensa que estas diferencias son en gran medida falsas, que son
resultado de la forma en que se realizan los estudios y las pruebas.
A ella
le preocupa que tales afirmaciones puedan desalentar a las niñas que quieren
dedicarse a la ciencia.
Y eso
en un mundo en que las mujeres científicas aún son minoría y en que los hombres
siguen ganando más que las mujeres.
Por
eso, para el programa BBC Horizon exploramos la ciencia y las investigaciones
que apoyan nuestras diferentes visiones. Pero también buscamos lo que nos hace
coincidir.”
Uno de
los científicos que más ha influenciado las afirmaciones de Mosley es Simon
Baron-Cohen, de la Universidad de Cambridge.
Él
sugiere que, en términos generales, hay dos "tipos de cerebro"
diferentes.
Están
los que empatizan, que son buenos para identificar cómo se siente o piensa otra
persona, y los que sistematizan, que están más interesados en tratar de
desmontar y analizar sistemas.
Todos
somos una mezcla de los dos, pero la mayoría de nosotros somos más de un tipo
que de otro.
Los
hombres tienden a estar más cerca del extremo que sistematiza, y las mujeres
más cerca del extremo empático, cosa que estudios de la Universidad de
Cambridge han demostrado en un 85%.
¿Pero
esto es simplemente producto del condicionamiento social? Baron-Cohen cree que
no, que la exposición a diferentes niveles de hormonas en el vientre puede
influenciar el cerebro y el comportamiento posterior.
Algunos
de los hallazgos más interesantes provienen de una investigación en curso que
examina a un gran grupo de niños que han sido observados desde antes de su
nacimiento.
A las
alrededor de 16 semanas de gestación, las madres de esos niños se sometieron a
una prueba de amiocentesis, que implica la obtención de muestras de fluido del
útero.
Los
investigadores midieron los niveles de testosterona en el fluido y descubrieron
fascinantes vínculos entre esos índices y el comportamiento.
"Cuanto
más alta fue la testosterona prenatal de los niños", refiere Baron-Cohen,
"más lentos fueron para desarrollarse socialmente. Por ejemplo, mostraron
menos contacto visual para su primer cumpleaños".
También
tuvieron un vocabulario más reducido antes de los 2 años y mostraron menos
empatía al alcanzar la edad escolar.
Por
otra parte, Baron-Cohen observó que estar expuesto a altos niveles de
testosterona en el útero parece aumentar algunas habilidades espaciales.
"Los
niños con niveles más altos de testosterona prenatal fueron más rápidos para
identificar formas específicas escondidas en un diseño".
Otras
evidencias de las diferencias entre los cerebros femenino y masculino surgen de
un estudio publicado en la revista especializada Proceedings de la Academia
Nacional de Ciencia de EE.UU., que investigó cómo se comunican entre sí las
diferentes partes del cerebro humano.
Científicos
de la Universidad de Pensilvania escanearon los cerebros de 949 hombres y
mujeres, con edades de entre 8 a 22 años, y encontraron algunas diferencias
sorprendentes.
Según
Ruben Gurr, uno de los autores del estudio, los hombres mostraron conexiones
más fuertes entre la parte delantera y la parte trasera del cerebro, lo que
sugiere que son "más capaces de conectar lo que ven con lo que hacen, que
es lo que necesitas hacer si eres un cazador. Ves algo, y debes responder de
forma correcta".
Las
mujeres, por otro lado, tenían más conexiones entre el hemisferio derecho e
izquierdo del cerebro.
De
acuerdo con Ragini Verman, otro de los investigadores de este trabajo, "el
hecho de que puedas conectar diferentes regiones del cerebro significa que
debes ser bueno para hacer varias tareas simultáneas y puede que seas mejor
para las que implican emociones".
Pero
como Alice Roberts señala, este estudio en particular ha generado críticas, e
incluso si es verdad que nuestros cerebros están conectados de forma diferente,
eso no prueba que sea algo innato.
El
cerebro humano es extremadamente maleable, particularmente durante la
adolescencia, y cualquier diferencia que se observe puede simplemente ser
producto de la presión social y la tendencia a estereotipar, afirma Roberts.
Mosley
agrega al respecto: “Revisamos muchos estudios fascinantes que pueden usarse
para apoyar la opinión de Roberts o la mía, pero lo que nos sorprendió a ambos
es el poco progreso que se ha logrado en la investigación sobre las diferencias
de sexo en áreas como el dolor.
Sabemos
que las mujeres experimentan más dolores crónicos que los hombres, pero es
menos probable que se sometan a tratamiento.
También
sabemos que los hombres responden mejor a algunos analgésicos (paracetamol),
mientras que las mujeres responden mejor a algunos opiáceos.”
Según
el experto Jeff Mogil, de la Universidad McGill, en Canadá, esto se debe a que
hombres y mujeres procesan el dolor de forma diferente.
Hasta
ahora gran parte de la investigación básica se ha hecho con animales machos,
pero Mogil dice que en el futuro se crearán nuevos fármacos diseñadas específicamente
para hombres o mujeres.
Así que
quizás veremos píldoras de analgésicos rosas para chicas y azules para chicos.
Finalmente,
algo que es inobjetable es como el pensamiento de los “machos” y las “hembras”
ha cambiado con el advenimiento del “nuevo siglo” y tiende, lentamente pero con
firmeza, a alejarse de los tan peligrosos “ismos”…
Al
hablar de “ismos”, nos estamos refiriendo tanto del esclavizante y brutal Machismo, como del no menos histérico y
negativo Feminismo.
Para
ejemplificar nuestro punto de vista, alcanza con citar a dos mujeres,
consideradas “fuertes” y/o “feministas”, que reniegan de este “ismo” pero
también arremeten contra el despreciable machismo: Emma Watson y Shailene
Woodley.
Watson,
en parte de su discurso ante las ONU, bajo el marco de la campaña por la
igualdad de géneros “HeforShe”, nos refirió:
“Hoy estamos lanzando una
campaña llamada HeForShe (ÉlPorElla). Me dirijo a ustedes porque necesitamos de
su ayuda. Queremos terminar con la inequidad de género y, para hacerlo, necesitamos
que todos se involucren. Esta es la primera campaña en su tipo en las Naciones
Unidas. Queremos tratar de movilizar a cuantos hombres y niños podamos para que
sean agentes de cambio, y no sólo hablar de ello. Queremos tratar de
asegurarnos de que sea algo tangible.
Fui
designada como Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres hace seis meses, y
mientras más hablé sobre feminismo, más me di cuenta de que luchar por los
derechos de las mujeres muy a menudo es sinónimo de odio hacia los hombres. Si hay
algo de lo que estoy segura, es de que esto debe terminar.”
Por su parte Woodley, la protagonista de la exitosa película “Bajo la misma estrella” declaró recientemente, para indignación de unas cuantas “¿Soy feminista? No, porque amo a los hombres. El mundo necesita balance entre los géneros; las cosas no funcionarían si los hombres cayeran y las mujeres tomaran el poder”.
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