Para muchas personas, la palabra "hada" de inmediato trae a la mente una mujer delicada, con unas alitas de insecto liliputienses, revoloteando como una mariposa y dejando un rastro de polvo de hadas espumoso, un ángel de la guarda en el mejor de los casos y travieso en el peor, dándonos unos billetitos a cambio de un diente de leche recién caído. Sin embargo, en el uso adecuado de la palabra, "hada" (originalmente "hadas") es una definición que abarca a toda una cultura de los seres sobrenaturales, incluyendo los gnomos, enanos, goblins, trolls, y otros mucho más extraños y, a veces horripilantes.
Un ejemplo de ello
es conocido como el Nucklavee, Nucklavis o Nuckelavee, una leyenda terrible
escocesa tan lejos del Hada Tinkerbell como uno podría pensar...
Una fuerza de la
naturaleza, comparable casi con un dios de la destrucción y el odio, este
particular monstruo del "mundo de las hadas", según las leyendas; se
dedica a rondar las aguas que rodean las 70 Islas Orcadas de Irlanda, donde su
solo nombre aún es considerado de mala suerte por el supersticioso. Invisible e
intangible en el mar, asume un estado corpóreo sólo al surgir fuera de la
superficie del agua, revelando una forma descrita por las fábulas locales en
detalles de pesadilla. El ser es a veces semejante a un pútrido caballo, a
veces como un hombre en estado de descomposición, pero es más conocido como una
fusión de ambos... un centauro sin patas suyo cuerpo crece directamente desde
la parte posterior de su horrendo montura. Cualquiera que sea la forma, el
Nuckelavee es característicamente una forma horrorosa y terrible que presenta
un aspecto completamente sin piel, con venas hinchadas y los músculos
claramente expuestos.
A pesar que se
suponía a la criatura de un enorme tamaño, sus proporciones reales extrañamente
no coinciden de un relato a otro. La cabeza del humanoide era supuestamente tan
grande que rodaba de un hombro al
otro en el cuello,
aparentemente inútil, y sus manos de gran tamaño eran arrastradas por el suelo
en los extremos de los brazos largos y desgarbados. Una o las dos cabezas - en
especial la de caballo - se dijo que implicaban un solo ojo, ardiente o
flamígero. Las patas del caballo eran más bien vagamente descritas como
"terminadas en aletas," o totalmente como aletas. La boca o la bocas,
eran enormes, con los dientes horribles y aliento fétido, sucio, que afectaba a
todos los seres vivos, haciéndolos caer rendidos en una mortal enfermedad, con
solo olerlo.
La Peste, el
hambre, la sequía y las catástrofes de todo tipo fueron atribuidas a esta
entidad insidiosa, cuyos poderes eran tan profundos como su odio eterno para la
humanidad. La recolección y quema de algas era algo que se dijo hacia enfurecer
al Nuckelavee, y por lo tanto, permitía alejarlo del ganado y los animales; ya
que se consideraba que contagiaba a los caballos de las islas con una
enfermedad mortal conocida como mortasheen.
Sólo dos cosas
mantenìan al Nuckelavee bajo control: una aversión a tocar o incluso a cruzar
el agua dulce, y un espíritu más benevolente conocido como "Mither O' the
Sea" o "Madre del Mar", capaz de acabar con la maldición de
mortasheen y conducir el demonio de nuevo a las profundidades saladas.
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