jueves, 27 de septiembre de 2012

El Top Ten de las Cucarachas


Aquí les traemos esta vez, un Top Ten o Ranking de curiosidades sobre una de las criaturas mas injustamente despreciadas del reino de los insectos: La Cucaracha




1. Una estirpe de rancio abolengo. Los fósiles más antiguos de cucarachas datan del Carbonífero inferior (hace 360-310 millones de años). Eran tan abundantes en este período que a menudo se le conoce como la Edad de las cucarachas.

2. La diversidad de las cucarachas. Se conocen unas 3.500 especies de cucarachas (aunque hay otras fuentes que hablan de 3.700 o incluso 5.000 especies), agrupadas en 6 familias (blátidos, blatélidos, blabéridos, polifágidos, criptocércidos y nocticólidos). Sólo 40 habitan en las casas.

3. El increíble grupo cambiante. Antiguamente, las cucarachas (blatoideos o blatarios) estuvieron incluidas en el orden de los ortópteros, junto con los grillos y los saltamontes, aunque ahora pertenecen a un orden diferente, dictiópteros, que comparten —como suborden— con las mantis religiosas y, según algunas clasificaciones, las termitas. Otras clasificaciones consideran a los dictiópteros como un superorden y a los blatoideos como un orden. A pesar de ello, en la RAE no se han dado por aludidos y en su definición podemos encontrar que la cucaracha es un:

Insecto ortóptero, nocturno y corredor, de unos tres centímetros de largo, cuerpo deprimido, aplanado, de color negro por encima y rojizo por debajo, alas y élitros rudimentarios en la hembra, antenas filiformes, las seis patas casi iguales y el abdomen terminado por dos puntas articuladas.

4. Insectos cosmopolitas. La mayoría de las cucarachas son tropicales, pero unas pocas son de clima templado. Sólo tres especies de cucarachas, la cucaracha negra común (Blatta orientalis), la cucaracha americana (Periplaneta americana) y la cucaracha rubia o alemana (Blatella germanica), están extendidas mundialmente como consecuencia de las actividades comerciales.





5. Falso arraigo. A pesar del nombre con reminiscencias teutónicas de la cucaracha alemana, ésta no procede de Alemania sino, quizás, del sudeste asiático. De hecho, en Alemania la llaman cucaracha rusa y en Rusia la llaman cucaracha polaca. La cucaracha americana es originaria de África tropical y fue introducida en el continente americano a principios del siglo XVII, probablemente por el tráfico de esclavos. Su nombre genérico, Periplaneta, significa que vaga por todo el mundo.

6. Insectos todo-terreno. Hay cucarachas que habitan en cuevas, desiertos, hormigueros, nidos de aves e incluso algunas especies del sudeste asiático son semiacuáticas. En hábitats humanos, encuentran su residencia ideal en almacenes, cocinas, cervecerías o cualquier otro entorno cálido, húmedo y protegido donde exista abundancia de alimento. Se cree que las cucarachas comenzaron su asociación con los humanos cuando éstos empezaron a vivir en cuevas.

7. No hacen ascos a nada. Aunque la gran mayoría son omnívoras, hay especies que tienen una dieta más restringida, alimentándose de madera, y para ello cuentan con la ayuda de microorganismos en su aparato digestivo que digieren la celulosa. En cautividad, pueden incluso devorar a sus compañeras muertas, aunque no se atacan ni matan para conseguir alimento. Si pueden elegir, prefieren los hidratos de carbono.





8. Con nocturnidad y alevosía. Las cucarachas son insectos nocturnos y se esconden durante el día en lugares tan inaccesibles como zócalos, bajo los entarimados, en los conductos de ventilación e incluso desagües y cloacas. Por ello, pueden pasar inadvertidas durante un largo período de tiempo, aumentando su número gradualmente. De ahí el dicho popular de que por cada cucaracha se que ve hay varias decenas escondidas (unas doscientas, se afirma en algunos lugares, pero prefiero ser conservador para no alarmar). Por la noche se vuelven activas y vagan en busca de comida. El daño que causan no radica tanto en el material que comen —normalmente desperdicios— sino en la contaminación de otros productos con un olor característico. Además, las cucarachas manchan con sus excrementos y sus patas los lugares por donde andan y se alimentan. Una cucaracha que salga de una cloaca y luego camine por comida sin proteger puede transmitir —como vectores de agentes patógenos— enfermedades como la poliomielitis y la salmonelosis, así como provocar reacciones alérgicas, como asma, en algunas personas. Son capaces de esparcir al menos 33 tipos de bacterias, 6 tipos de gusanos parásitos y 7 clases de patógenos humanos.

9. Las ratas y ratones del mundo de los insectos. A pesar de ser uno de los insectos más despreciados, menos de un 1% de las especies de cucarachas constituyen plagas. En términos de consumo de provisiones y transmisión de enfermedades, las moscas, las pulgas y los escarabajos causan mucho más daño a los seres humanos que las cucarachas. Aun así, la cucaracha americana, la cucaracha alemana y la cucaracha negra común son el equivalente entomológico a las ratas y los ratones.

10. Las inmortales. Las cucarachas son extremadamente difíciles de erradicar. Son muy adaptables y tras una experiencia desagradable, pero no fatal, aprenden a evitar los lugares donde se ha colocado veneno. Siempre se ha dicho que es la única especie que con seguridad sobrevivirá a un holocausto nuclear…

Y una yapa…

Un par de especies se disputan el título de la cucaracha más grande el mundo. Una de ellas es la cucaracha gigante de las cuevas (Blaberus giganteus), nativa de Centro y Sudamérica, que puede alcanzar los 9 centímetros, y la otra es la cucaracha gigante de las madrigueras o cucaracha rinoceronte (Macropanesthia rhinoceros), especie australiana áptera que puede alcanzar los 7-8 centímetros de largo. Aun así, ninguna otra cucaracha le quita el puesto de ser la más pesada, ya que puede pesar entre 20 y 33,5 gramos. Ambas son muy apreciadas como mascotas. En la ultima imagen, podemos ver a la que fue la auténtica cucaracha mas grande del mundo … Un fósil de tiempos remotos llamado Apthoroblattina, un monstruo del Pérmico (hace 290-245 millones de años) que medía 50 centímetros de largo, un tamaño similar al de la actual cochinilla gigante Bathynomus giganteus.